El otro día hablamos del museo de bellas artes de Bilbao. Quedo pendiente la historia del monumento a Arriaga que se encuentra afuera del museo.
En mi opinión, el suceso más surrealista que ha pasado en Bilbao en los últimos años.
Presta atención, porque la historia de la estatua es única de principio a fin.
Origen del monumento a Arriaga.
Arriaga fue una persona muy conocida entre los bilbaínos.
Muriendo demasiado joven, este compositor nacido en el Casco Viejo de Bilbao como vimos en las curiosidades, era conocido como el Mozart español.
Y la villa siempre le ha querido, tal es así que nombramos nuestro teatro más ilustre con su nombre.
En 1905, el ayuntamiento sacó a concurso la creación de un monumento a Arriaga al estar a punto de cumplirse el centenario de su nacimiento.
El proyecto ganador fue el de Paco Durrio, un vallisoletano afincado en Bilbao que cursó sus estudios aquí precisamente.
La primera curiosidad es que Durrio presentó el proyecto fuera de plazo. Pero, aun así, permitieron que entrase a concurso.
Y ganó, ¡Claro!
En 1906, el jurado dio a Durrio un plazo de 18 meses para la finalización de la obra en 1907.
Pero otra curiosidad, como acto simbólico y coincidiendo con el centenario del nacimiento del compositor se colocó la primera piedra en 1906 en el Campo Volantín.
En 1909 el ayuntamiento de Bilbao empezó a
presionar a Paco Durrio por el retraso de la estatua, pero le concedió una prorroga hasta 1910.
Pero no fue hasta 1911 cuando Durrio presentó el pedestal y un modelo aún no definitivo del monumento a Arriaga.
Otro hecho curioso es que el pedestal no se colocó inmediatamente en Bilbao, quedó expuesto en Paris hasta el año 1920.
En 1912, el alcalde de Bilbao da un ultimátum al artista para que presente la obra. Habían pasado 6 años y aún no había nada en claro.
En 1913, Durrio contesta al alcalde argumentando que solo le habían dado 3.500 pesetas y que él ya llevaba gastadas 15.000.
El proyecto quedó suspendido en el aire por muchos años, tanto que el ayuntamiento estuvo a punto de cancelarlo.
Un grupo de artistas locales escribieron un comunicado al ayuntamiento donde pedían que fuesen pacientes.
Durrio no estaba pasando por su mejor momento económico y aseguraban que la obra excedía en belleza y realización a la presentada en el proyecto.
El tiempo pasó hasta 1931 cuando el ayuntamiento exigió a la comisión de jardines de la villa instalar cualquier estatua.
Las asociaciones de artistas vascos mostraron su indignación con otro comunicado. A lo que el ayuntamiento concedió un nuevo plazo a Durrio y le otorgó 15.000 pesetas más.
Durrio confió la consecución del monumento de Arriaga a su discípulo que lo terminaría en 1933. 26 años más tarde de lo previsto.
Los problemas no habían terminado.
Durante esos años, se había construido edificios en el Campo Volantín y el lugar donde fue colocada la primera piedra en 1906 ya no estaba disponible.
La localización final (por el momento) de la obra fue en la pérgola del parque de Doña Casilda.
Por fin Arriaga tuvo su monumento.
Descripción de la obra
La estatua representa a Euterpe desnuda, musa griega de la música.
Dispone de una lira en su pecho mientras que ella mira hacia el cielo mientras se encuentra de puntillas.
Del pecho de la musa sale agua que representan las lágrimas de Euterpe mientras llora la muerte de Arriaga.
En la base del monumento aparecen varias cabezas meditando de las que también emana agua. También es posible ver un pentagrama representando la música.
La polémica por el monumento.
Y todo brilló por unos años.
Bilbao por fin tenía un monumento para uno de los bilbaínos más ilustres.
Pero en los años 40 el periódico de Bilbao la Gaceta del Norte empieza una serie de instigaciones para que se retire la estatua.
La figura de Euterpe desnuda es calificada de inmoral y de corromper la moral de los jóvenes con su desnudez.
Se crearon varios grupos que se unieron a la presión que la Gaceta del Norte estaba haciendo.
El museo recibía cartas que sugerían la fundición del monumento para crear un busto de Arriaga. O incluso cartas que amenazaban con destruir la estatua de no quitarla.
El museo cede a la presión y encarga a Enrique Barros la realización de otra estatua más recatada, por decir algo.
Es increíble como la sociedad asumió un monumento como suyo hasta que un grupo reducido de personas empezó a instigar.
En 1950 se instala la musa que Barros realizó. En mi opinión la estatua original transmite más fuerza con esa pose más drástica.
Regreso del monumento de Durrio
En 1975 al director del museo Javier de Bengoechea, le pareció que esos tristes sucesos ocurrieron hace tiempo y decidió devolver la estatua de Durrio a su sitio original.
En esos 25 años, el monumento original había estado almacenado dentro del museo. Pero debido al paso del tiempo, las tuberías habían dejado de funcionar.
Otra curiosidad es que la Gaceta del Norte, la misma que pidió retirar el monumento, celebró este acontecimiento con el titular:
Después de tantos años de oscuridad la Musa del Arte de Paco Durrio va a tener su sitio en el parque bilbaíno
Hipocresía al canto…
Restauración de Euterpe
En los años 90 y gracias al Corte Inglés, la obra de Durrio fue restaurada y volvió a brotar el agua de su pecho.
El Corte Ingles utilizaría una foto del monumento a Arriaga ese año para felicitar la navidad.
Quiero aprovechar a mencionar la relación que el Corte Inglés de Bilbao tiene con el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Desde hace más de 25 años, el Corte Ingles lleva subvencionando la restauración de más de 100 obras del museo.
Gracias al último convenio del 2016, es posible visitar el museo gratuitamente los domingos también.
Puede gustarte o no el Corte Ingles. Pero si visitas el museo el domingo tienes que aceptar que es gracias a ellos que lo puedas hacer gratis.
¿Qué pasó con la musa vestida?
Puede que te lo estés preguntando.
En 1975, la obra de Barros intercambió posiciones con la de Durrio y fue almacenada en el sótano del museo.
Hasta que recientemente ha sido colocado en una fuente del paseo Uribitarte.
Concretamente, si paseas siguiendo la ría desde el museo Guggenheim hacia el ayuntamiento, la verás a la derecha en la rotonda a unos 100 metros del Guggenheim.
¿Qué te ha parecido la historia?