Pero…¿sabes qué otros curiosos oficios existían en el pasado en Bilbao?
Seguro que alguno de ellos los has escuchado y otros quizá te sorprendan.
A continuación, os vamos a hacer una pequeña lista de algunos de esos oficios más curiosos en nuestro Bilbao del pasado.
1. Los limpiavías
Las técnicas modernas han hecho desaparecer este oficio.
No obstante, en su tiempo era un oficio importante ya que eran los encargados de limpiar las vías de los tranvías. Si, esos tranvías color yema de huevo. ¿Te acuerdas?
Bueno, yo en realidad no los llegué a ver, pero sí que me han hablado mucho de ellos.
De hecho, Bilbao fue la primera ciudad de España de tener un tranvía eléctrico.
Los limpiavías vestían chaquetones y una pequeña txapela y en invierno siempre llevaban su bufanda.
¿Cuáles eran sus herramientas?
Siempre llevaban consigo un palo largo de madera con una espátula de acero que se ajustaba a la hendidura de las vías.
Estoy segura de que mis abuelos todavía se acuerdan…
También llevaban una lata de pimientos con grasa, una escobilla y una palanca para engrasar y ajustar los cambios.
2. Chupinero
Si, lo sé. Este nombre te resulta familiar. De hecho, lo seguimos utilizando y siempre tenemos un chupinero o chupinera de las fiestas de Bilbao.
Pero, ¿sabes de dónde proviene este nombre?
Los chupineros eran los encargados de los morteretes de mano, que en las fiestas se encargaban del ruido.
Los chupineros sólo eran hombres. No existía la figura femenina en este trabajo.
El chupinero era el maestro armero de Bilbao además del encargado de las armas (trabucos, lanzas, fusiles…) y el polvorín.
Esta persona era la encargada de cuidar y guardar todas estas armas.
Además, siempre estaban preparados para cualquier revuelta.
Como puedes ver, aunque la palabra sigue siendo la misma las características han variado.
3. Encargado de los chirridos de los carros
Si, si. Sé lo que estás pensando. Pero no me lo estoy inventando.
En realidad, eran empleados municipales.
Se encargaban de que los chirridos de los ejes de los carros no molestaran a los vecinos de Bilbao. Es decir, eran los encargados de controlar el ruido.
4. Faroleros
Los faroleros se encargaban de los faroles municipales.
Un oficio que desapareció con el siglo de las luces.
Sin embargo, fue muy importante en su día ya que se encargaban de encender los faroles de aceite (como el farol de Artecalle, ¿os acordaís de las curiosiades del Casco Viejo?) y más tarde los de gas.
5. Sarameros
En este caso el oficio ha cambiado de nombre, pero sigue existiendo.
Los sarameros eran los que se dedicaban a recoger la basura. Lo que hoy en día podríamos llamar barrenderos.
Aunque sí es cierto que el trabajo ha cambiado un poco.
Antiguamente tenían carros tirados por bueyes. Luego fueron carros tirados por caballos y finalmente camionetas.
En el pasado sólo había recogida de basuras en las siete calles. Todas las familias depositaban las basuras en las partes traseras de sus casas y el saramero era el encargado de recogerlas.
También se encargaban de las cloacas y las alcantarillas.
6. Alguaciles
Los alguaciles existieron durante siglos en Bilbao.
En 1588 eran los encargados de echar a los vagabundos de la ciudad. Más tarde, en 1852 cambiaron de nombre y pasaron a ser llamados guardias.
¿Cómo se distinguían? Siempre llevaban una vara con ellos.
Posteriormente tuvieron otros nombres como chíneles o chibas.
En 1860 su indumentaria cambió y solían llevar levita, pantalón azul y sombrero de copa.
7. Los veladores o serenos
Loa serenos del chuzo
¡que a Bilbao nos cuidan!
Con nosotros bebían
¡con nosotros cantaban!
En cambio, los de ahora
¡qué grande diferensia!
Usan porra de goma
¡montan en bisicleta!
Eran los alguaciles de noche.
Sobre las nueve con su uniforme azul y su txapela iban comprobando los cierres y eran los encargados de apaciguar follones y peleas.
Generalmente siempre estaban por la misma zona. Es por ello que eran conocidos en el barrio.
¿Sabías que eran también los encargados de cantar las horas y el tiempo?
Si, si. Eran los hombres del tiempo del pasado.
Las cinco y lloviendo las tres y serenos
En caso de emergencia solían utilizar un silbato. Vamos, que se hacían oír.
Las mejores noches para los serenos eran nochebuena y nochevieja ya que nunca la pasaban solos. Siempre se les daba algo para comer y compartían las fiestas con las gentes del barrio.
…sobre 1900 en Bilbao el porcentaje de mujeres era muy alto? Tanto es así que las mujeres superaban en un 20% a los hombres. Algo inusual.
Se calcula que a finales del siglo XIX había unas 6000 criadas, 1 por cada 11 habitantes.
Y esto es algo que también se reflejó en otros oficios.
8. Plañideras
Seguro que has oído hablar de ellas más de una vez.
Las plañideras eran las mujeres que se contrataban para llorar en los entierros.
Es una costumbre que viene de muchos siglos atrás. Es curioso como en muchas culturas y a través de los años miles de mujeres se han prestado a llorar pérdidas ajenas.
De hecho, cuanto más plañideras había en un entierro más estatus o más popularidad tenía la persona fallecida.
¿Sabías que solían llevar?
Siempre llevaban consigo un jarrón donde ponían las lágrimas que derramaban. Luego este jarrón se ponía junto al difunto.
Este gesto era una demostración del estatus de la persona fallecida.
9. La sirga
Yo descubrí este trabajo la primera vez que pinté un cuadro de Anselmo Guinea titulado La sirga.
En el siglo XIX las sirgas eran las mujeres de aquellos que estaban luchando en la guerra. Eran las encargadas de arrastrar las gabarras por las rías.
Este trabajo brutal fue prohibido por las Ordenanzas Municipales a principios del siglo XX.
Sin duda un trabajo duro y del que se encargaban sólo las mujeres.
Una barcaza gigantesca adelantaba por el canal frente al muelle dela Sendeja. Cuatro mujeres dobladas, rugidoras, convertidas en bestias agonizantes, arrastraban la carga sombría. Descalzas, harapientas, los puños cerrados por el esfuerzo, contraídos los labios exangües, los ojos abiertos por una suprema y dolorosa angustia, tiraban, adelantando el pie con cadencia de atormentado, para arrastrar la nave.
10. Cargadoras del muelle
Además de las sirgas las cargadoras del muelle eran también muy importantes.
Eran las encargadas de cargar y descargar los buques.
Curiosamente cobraban poco, la mitad que los hombres.
Mientras los hombres cobraban 5 pesetas por 10 horas de trabajo en 1906, las mujeres cobraban 2.50 pesetas.
En los cargaderos de mineral de Basurto se contempla el extraño espectáculo de las despichadas mujeres empleadas en la penosa tarea de cargar los buques de mineral en abigarrada y grotesca confusión
Salida
En este post os hemos dado a conocer los oficios más populares que había en nuestra villa en el pasado, y aquellos que ya no existen hoy en día.
Pero, estoy segura de que conocéis alguno más.
¿Los compartís con nosotros?