Si te gusta la naturaleza, el mar y explorar lugares pocos frecuentados entonces la isla de Anglesey es tu sitio.
Nosotros hemos estado por Anglesey sólo un fin de semana. Pero sin duda ¡volveremos pronto!
Es cierto que a veces echo de menos el sonido del mar (será por haber vivido toda la vida en la costa), por eso este viaje era lo que necesitaba.
Aire fresco, andar y disfrutar de sus paisajes legendarios.
En esta entrada os vamos a dar consejos sobre que visitar y que hacer en Anglesey.
¿Nos acompañas para descubrir este encantador destino?
¿Dónde está?
La isla de Anglesey (Ynys Môn en galés) está situada en la costa noroeste de Gales, cerca de la preciosa cordillera de Snowdonia.
Puedes llegar a ella en autobús, en coche, en tren o incluso en avión.
¡Si! También hay aeropuerto en la isla.
Un poco de historia
Anglesey se asienta sobre algunas de las rocas más antiguas de Reino Unido.
Además hay casi 150 monumentos históricos en la isla, que van desde tumbas prehistóricas a un castillo Patrimonio Mundial en Beaumaris.
Su pasado es un libro de cuentos lleno de santos, príncipes, druidas y pioneros de la era industrial.
Anglesey era conocida como Mam Cymru (‘Madre de Gales’) durante la Edad Media.
Pero vamos a empezar con el recorrido. Nosotros estuvimos solo un fin de semana, dos únicos días que dieron lugar a experiencias únicas.
¡Empezamos!
Primer día
Puentes de Anglesey
Antes de cruzar a la isla nos paramos a ver los dos puentes: el puente de Menai y el puente de Britannia.
Es importante entender la isla primero. El uso de vehículos ha eliminado la necesidad de barcas para cruzar. Pero no siempre ha sido así.
Anglesey ha sido siempre una isla que se dedicaba a la ganadería. El principal mercado era Londres.
Por este motivo era necesario cruzar el rio muy a menudo.
Por ello en 1826 se diseña y construye el primer puente: el puente del Menai.
No es hasta 1850 cuando se construye el segundo puente, el Britannia. Un puente inusual en su época por su tamaño y peso.
Recomiendo hacer una parada y observarlos desde el pueblo. Podrás encontrar rincones preciosos.
Holyhead
Y llegamos a la ciudad principal de Anglesey. Para ello hay que ir a otra isla más pequeña llamada, la Isla Sagrada. (Holy Island)
Se llama así por la cantidad de menhires y asentamientos funerarios que se han encontrado en la isla.
Holyhead es la ciudad más grande que encontramos en esta isla. De aquí sale una cantidad increíble de Ferries hacia Irlanda.
La ciudad es conocida por tener una de las iglesias más antiguas de todo Reino Unido. La iglesia de St. Cybi, que fue construida en el 540 D.C y se situaba dentro de un asentamiento romano.
Te recomiendo entrar para adentrarte en el pasado. Además podrás ver un órgano de 1794, muy bien conservado.
Por cierto, la iglesia sigue funcionando.
South Stack
Sin duda, uno de los faros más espectaculares de Galés.
Eso sí, no olvides abrigarte bien porque siempre hace mucho viento.
Para llegar al faro hay que subir 400 escaleras.
Es un lugar idóneo para disfrutar de la naturaleza.
Segundo día
“Parys Mountain”, la joya escondida de Anglesey.
En esta montaña se esconden unas minas de cobre increíbles.
¿Dónde se sitúa?
La montaña Parys se encuentra justo al sur de la ciudad de Amlwch en en noreste de Anglesey.
Un poco de historia
En estas minas se han trabajado desde la edad de bronce, hace 3500 años.
Durante el siglo XVIII y XIX fueron la mina de cobre más grande del mundo.
Todo ello fue gracias a que el 2 de marzo de 1768 una gran masa de mineral de cobre cerca de la superficie fue descubierta. Rolan Puw, un minero de la zona, estuvo presente en el descubrimiento.
Fue recompensado con un botella de brandy y el alquiler gratis de una casa rural de por vida.
Este descubrimiento cambió la forma de la montaña y la fortuna de la nación.
Los trabajos subterráneos fueron minados por última vez en la primera parte del siglo XX.
El precio del mineral actualmente no hace factible la extracción.
Recorridos
Disfrutarás del multicolorido de todo el área haciendo cualquiera de los dos recorridos. No obstante, nosotros hicimos el recorrido más largo y nos encantó.
Estando aquí es posible oler los sulfitos en el aire.
Os animamos a que os acerquéis hasta la misma montaña donde tendréis varios aparcamientos. Una vez allí podréis ver que hay señales de dos colores, uno será el recorrido largo y otro el recorrido corto.
Recorrido corto:
En este recorrido verás la parte más impresionante: la mina a cielo abierto. Es un recorrido de una hora aproximadamente.
Podrás disfrutar de las vistas, un impresionante panorama que muestra los increíbles colores de la excavación. Una paleta de artistas de rojos, naranjas, rosas, marrones, morados, negros, verdes, amarillos y grises.
¡Todo ello formado por mineros usando nada más que picos, palas y pólvora!
Recorrido largo:
Es un recorrido de aproximadamente dos horas. En este recorrido tendrá una visión más general, tanto de la mina de cobre Mona como la de Parys.
Además de poder ver la mina a cielo abierto podrás ver el resto de edificios que formaban el enclave.
Beltza disfrutó como un enano corriendo de un lado a otro.
Pero bueno, se hacía tarde y nos moriamos de hambre, así que otra vez al coche para dirigirnos al precioso pueblo de Moelfre.
Moelfre
Hicimos un pequeño recorrido por el pueblo, viendo su puerto, disfrutando de las vistas y paseando por su playa.
Sin duda, un paseo inolvidable.
¿Sabes que Charles Dickens visitó este pueblo y le encantó?
¿Dónde comer? La mejor opción: Ty Dderw.
Fue aquí donde paramos a comer el “Sunday roast”.
Un sitio que nos encantó, con una comida excelente y que trataron a Beltza como a un rey.
No tuvimos la suerte de alojarnos aquí pero sin duda es algo que tenemos pendiente.
¿A qué ya tenéis un nuevo destino a visitar?